jueves, 13 de agosto de 2015







VIVIR CON VALORES

  • Los incorporamos desde la niñez y nos ayudan a trazar nuestro camino. Sumar valores en todos los ámbitos de nuestra vida nos permitirá, poco a poco, mejorar la realidad. ¿Estás listo para este desafío?. Se trata de aquellos principios que orientan y motivan nuestras acciones.
  • No hay acción que no tenga su razón de ser en algo que consideremos un valor para nuestra vida personal o social: si elegimos ser solidarios, estimular en nuestros vínculos la confianza o enseñarle a nuestros hijos la importancia de decir la verdad, es porque éstas u otras decisiones son promovidas por nuestro sistema de valores.





  • Muchos de estos principios nos llegan a través de la educación familiar e institucional (la escuela, la religión a la que Pertenezcamos. otras instituciones en las que participamos); otros, los vamos incorporando a medida que nuestra vida se enriquece y se hace más compleja, y comenzamos a enfrentarnos con nuevas dimensiones que nos requieren una reflexión y una toma de posición de nuestra parte.






  • En épocas de crisis y transformación como la que nos toca vivir en la actualidad, surgen nuevos problemas y cuestiones que nos llevan a pensar si los valores que tenemos nos sirven como marco para las nuevas respuestas que nos demanda el mundo. Por ejemplo, los avances de la ciencia y de la tecnología, impactantes y acelerados, nos proponen nuevos debates y planteo; el uso que estamos dando a nuestros recursos naturales y a nuestro planeta nos impone pensar que mundo queremos dejarles a nuestros hijos, preguntas que tal vez no se formulaban hombres y mujeres del siglo XX.


Nuestra definición de valores







1. Los valores son convicciones profundas de los seres humanos que determinan su manera de ser y orientan su conducta.


2. Los valores involucran nuestros sentimientos y emociones. Valores, actitudes y conducta están relacionados. Son creencias o convicciones de que algo es preferible y digno de aprecio. Una actitud es una disposición a actuar de acuerdo a determinadas creencias, sentimientos y valores. A su vez las actitudes se expresan en comportamientos y opiniones que se manifiestan de manera espontánea.
Los valores se jerarquizan por criterios de importancia. Cada persona construye su escala de valores personales, esto quiere decir que las personas preferimos unos valores a otros. Los valores más importantes de la persona forman parten de su identidad, orientan sus decisiones frente a sus deseos e impulsos y fortalecen su sentido del deber ser.

Cada persona, de acuerdo a sus experiencias construye un sentido propio de los valores. Aunque a todos nos enseñen que la honestidad es algo deseable, y aunque todos lo aceptamos como cierto, la interpretación que haremos de este valor, el sentido que le encontraremos en nuestra vida, será diferente para cada persona.
Los valores y su jerarquización pueden cambiar a lo largo de la vida. Están relacionados con los intereses y necesidades de las personas a lo largo de su desarrollo. Los valores de los niños pequeños están definidos en buena medida por sus necesidades de subsistencia y por la búsqueda de aprobación de sus padres: sustento biológico, amor filial. Los adolescentes guían sus valores personales por su necesidad de experimentación y autonomía: amistad, libertad.

COMO VIVIR LOS VALORES EN FAMILIA


Dentro del grupo familiar será siempre importante estar practicando la educación en valores, ya  que  el  hogar  es el pilar fundamental donde se  cultivan estos  principios que se transformarán en la columna vertebral de  nuestras acciones diarias y en la comunidad  donde habitamos.

















    



SEIS PISTAS

Hace algunos años, el pensador Josef Seinfert, rector de la Academia Internacional de Filosofía de Liechtenstein, enunció los seis valores que considera esenciales para dar sentido a la vida. Los compartimos:
1. El respeto. Aplicado a las personas, a las criaturas vivas de todas las especies y al entorno en el que vivimos.
2. La gratitud. Como forma de registrar la existencia de los otros y de reconocer todo lo que recibimos y sobre lo que, a veces, poco recapacitamos.
3. La paciencia. Para reconocer la existencia de límites para aprender a vivir con ellos y para salir de la inmediatez y de la urgencia como patrones de conducta.
4. La humildad. Otra forma de reconocer nuestras limitaciones, de saber que, así como tenemos, podemos no tener, y de no olvidar a los otros.
5. El perdón y el arrepentimiento. A través de ellos aceptamos nuestra falibilidad y ejercitamos nuestra capacidad de reparar.
6. El amor y la esperanza. Son los valores de donde emanan los más profundos sentimientos de la vida. El amor es la máxima.  



Nelson Mandela


“Nadie nace odiando a otra persona por el color de piel, su origen o su religión. La gente tiene que aprender a odiar, y si ellos aprender a odiar, también se les puede enseñar a amar. El amor llega mas naturalmente al corazón humano que su contrario”

Valores Morales y Relaciones Humanas.


Los Actos Humanos






Existen dos tipos de actos, los Actos humanos y los Actos 

del hombre, ambos son ejecutados por el hombre pero 

poseen ciertas diferencias:


  • Los Actos Humanos. Son ejecutados consciente y libremente, es decir, en un nivel racional. Son originados en la parte típicamente humana del hombre, es decir, en sus facultades específicas, como son la inteligencia y la voluntad. Estos son el objeto material de la Ética y son los que pueden ser juzgados como buenos o malos desde el punto de vista de la Mora

  • Los Actos del Hombre. Carecen de conciencia o de libertad o de ambas cosas, un ejemplo claro es por ejemplo la digestión, la respiración, etc. Los actos del hombre sólo pertenecen al hombre porque él los ha ejecutado, pero no son propiamente humanos porque su origen no está en el hombre en cuanto a hombre, sino en cuanto a animal. Estos actos carecen de moral (son amorales) por lo tanto no pueden juzgarse desde el punto de vista moral como buenos o malos, si pueden juzgarse como buenos o malos pero desde otro punto de vista, como por ejemplo el fisiológico.


vivir juntos 




  • Querer y saber cómo vivir juntos conlleva conocimientos, debido a que la intolerancia y el rechazo son con frecuencia el producto del miedo que se alimenta, por un lado, de la ignorancia y, por el otro, de las injusticias intolerables en el acceso a los derechos y al desarrollo humano.

  • Por lo tanto, es necesario aprender a descubrir y a conocer a los demás pueblos, generaciones, sexos, clases sociales y grupos de personas, sus culturas, necesidades, aspiraciones, sufrimientos, religiones, tradiciones y motivaciones. Para conseguirlo también habrá que aprender a conocerse mejor a sí mismo: a reconocer sus propias fuerzas y debilidades.


  • Pero la dimensión intelectual no es suficiente. Las posibilidades y las dificultades para aprender a vivir juntos comprenden también los ámbitos de la afectividad y de las emociones.

  • Querer y saber vivir juntos implica la afectividad y las emociones, que en combinación con los conocimientos pertinentes, permiten la construcción de valores, actitudes y comportamientos que no forman parte del bagaje natural de las personas. Hay que aprender, en consecuencia, el respeto de sí mismo y la autoestima, que están en la base de toda posibilidad de aceptación de los demás, del respeto y de la empatía frente a ellos para ser capaz de ejercer lasolidaridad. El respeto de sí mismo y la autoestima permitirán recurrir a la escucha, al diálogo y a la solución de los conflictos así como a la cooperación, más que al enfrentamiento.

  • Aprender a vivir juntos forma parte de la «construcción del sentido» para la educación cuya necesidad sienten los niños y los adolescentes.

  • Querer y saber vivir juntos es pues un desafío personal y social, que se debe construir incluyendo la renovación de la idea del bien común, de las reglas que rigen la vida en común, los derechos y las responsabilidades de todos y de cada uno. Querer y saber vivir juntos significa la capacidad de «hacer juntos», de poner en marcha proyectos comunes para mejorar la vida diaria y edificar un futuro mejor.

  • Pero el propio concepto de vivir juntos varía a través del tiempo y de las culturas, así como los aprendizajes necesarios para ser capaz de ello y las formas educativas deseables para favorecerlos. Por consiguiente, la pregunta que se plantea en los comienzos del 2010, ante el desafío de aprender a vivir juntos, es saber cuáles son las características específicas que se derivan del entorno actual, de qué manera la educación de nuestros días puede responder a tal situación y cuáles son los rumbos que toman las transformaciones en marcha y las que se desean en el futuro.







  • Paso 1. Conocer su importancia
¿Suena elemental? Pues no lo es. El primer paso para vivir los valores es la conciencia de los importantes que son. Una sociedad basada en individuos con valores es la llave para una convivencia más sana. Las leyes civiles no son suficientes. En ellas se establece solo lo elemental para asegurar una convivencia medianamente decente, sin embargo no es suficiente con solo "cumplir la ley". Los valores van mucho más allá de cumplir el reglamento de tránsito, van a la raíz de las cosas. Por ejemplo, el reglamento dice que no puedes pasar una luz roja en el semáforo (bastante elemental para no matarse), sin embargo no dice que en un atasco de tráfico el cederle el paso a una persona es algo amable, que hace que todos estemos más contentos y que incluso puede ahorrarnos un percance.
Lo mismo ocurre en otros ámbitos de la vida. La ley establece una pena por el homicidio, pero no nos dice que tratar con deferencia y educación a los demás nos ayuda a convivir aún mejor. Para vivir los valores, lo primero es estar conciente de que son vitales, y que son lo que puede cambiar verdaderamente a una persona, una familia o una nación.
  • Paso 2. Analizar mi conjunto de Valores
Una vez que se ha aceptado la importancia de vivir los valores, hay que analizar claramente qué valores son la base de tu vida. Aquí podríamos establecer dos clases: los que ya tienes, y los que quieres construir. Para saber cuáles son los valores, en Valores para ser Mejores hay información sobre cada uno de los valores, y continuamente estamos investigando y publicando más material, así que lo primero que puedes hacer es darle un vistazo a todas las secciones de Valores. Por otra parte, también debes hacer un esfuerzo y meditar detenidamente en cuáles son aquellos principios, normas y comportamientos que son fundamentales para ser mejor, para vivir mejor. ¿Cuáles te enseñaron en casa? ¿Cuáles has ido aprendiendo con la vida? ¿Cuáles sabes que existen, pero no los vives mucho? ¿Cuáles son los que te gustaría tener? ¿Necesitas investigar más sobre ellos?
La idea aquí es que te sientes en un lugar tranquilo, y en una hoja de papel. Escribe la fecha y traza dos línea vertical dividiendo la página para crear tres columnas. En el lado izquierdo, en la primera columna, vas a escribir una lista con los valores más importantes para tí, sin importar el orden o si los vives actualmente, simplemente escribe aquellos principios que consideras fundamentales. Cuando hayas terminado, en la columna del centro vas a hacer una lista con los valores que aprendiste desde niño en casa, los que has aprendido con la vida y los que has aprendido últimamente pero que no sueles vivirlos.
Una vez terminado, pasa a la columna de la derecha, y dibuja un triángulo y escribe en cada vértice: Mis Fortalezas, Mis debilidades, Lo que quiero ser. Vas a hacer tres listas, donde vas a escribir aquellos valores que ya existen en tí, que te definen como una persona especial y que vives contínuamente. En "Mis debilidades" vas a escribir aquellos defectos que tú conoces, y que te impiden vivir mejor los valores. Por último, escribe aquellos valores que desearías vivir en "Lo que quiero ser". Esta hoja debes guardarla, es muy importante porque es la base de tu trabajo y de los siguientes pasos de esta guía.
  • Paso 3. El "Plan Maestro"
Ahora que ya conoces tu valores, tus debilidades y lo que quieres llegar a ser, llega el momento de usar una agenda. Cualquiera puede ser útil (una de escritorio, de bolsillo, electrónica -una Palm es ideal para esto). En otra hoja, vas a establecer tres bases de tiempo: anual, mensual y por día. En la base de tiempo anual escribirás lo que esperas lograr en un año. Los valores concretos que quieres alcanzar (incluye los que ya vives y los que quieres vivir). De esta lista, vas a dividirla en una base de tiempo mensual, concentrando un mes para cada actividad. En la base de tiempo por día establecerás una lista de "Lo que vivo y debo reforzar" y otra de "Lo que me falta".
En tu agenda, establece una meta concreta diaria (pequeña, pero significativa) de los valores que vas a reforzar y los que quieres vivir. Una meta concreta diaria puede ser "Hablarle por teléfono a Juan", para fortalecer el valor de la amistad (tal vez tienes meses sin acordarte de alguna persona), o puedes establecer "Ayudar a alguien pobre" para fortalecer o crear la generosidad. Hazlo para el primer mes (es decir, el mes en el que estás). Cada mes, debes revisar tu "Plan Maestro", establecer los valores con su actividad diaria y hacer una reflexión sobre los resultados.
Si por cualquier motivo no te fue muy bien en un mes determinado, no te preocupes, vuelve a ponerlo en tu plan diario y analiza por qué no pudiste cumplirlo. Reflexiona en las razones que te lo impidieron (falta de tiempo, falta de constancia, olvido, etc.) y establece medios para que esto no ocurra de nuevo. Aquí lo que es importante es que estés avanzando, aunque sea a pequeños pasos.
  • Paso 4. El examen diario
Si realmente quieres vivir los valores, durante una parte del día (puede ser en la tarde o noche -si es en la noche, asegúrate de no estar demasiado cansado-) date 10 minutos para reflexionar. Debes pensar en cómo te ha ido en el día, si estás cumpliendo tu meta (o metas) diarias, qué te falta por hacer y qué has hecho. Este examen es vital, si no lo haces, todo el sistema para vivir los valores va a irse perdiendo hasta que te olvides de él. El examen te permite dos cosas: analizar de manera realista y rápida cómo están resultándote las cosas, y propósitos concretos para hacer algo y vivir tus valores.
  • Paso 5: Mantenimiento
Mes con mes, revisa tus valores, revisa lo que has aprendido, piensa cómo te ha ido en tus exámenes diarios. ¿Mejoras? ¿Empeoras? ¿Ha habido un gran avance? Lo fundamental en este sistema es la constancia. Si ahora mismo haces tu plan maestro y estableces tus prioridades pero no las vives, no haces el examen y no sigues tus propósitos concretos, entonces en quince días te habrás olvidado de todo. Si realmente quieres vivir los valores, debes hacerte el propósito.
Esta guía está hecha de tal manera que te permite analizar y plantear metas de manera ordenada, y pequeñas acciones para lograrlas. Es mejor hacer una acción pequeña todos los días, que grandes acciones muy de vez en cuando. Tu guía es algo personal, sin embargo no dudes en compartirla con otros amigos, y especialmente que alguien de confianza te ayude a establecer qué valores te vendrían bien, porque a veces uno pierde la perspectiva de sí mismo o hay defectos que uno simplemente no ve.



 ALCANZAR UNA MEJOR CALIDAD DE EDUCATIVA

  • La educación en valores es la base fundamental para  educar y ser educados 
     mediante principios  que nos  conducen por  el camino del éxito,
     y  ser parte  de una comunidad progresista y triunfadora.




  • Con la aplicación de los valores humanos en la educación se puede lograr  alcanzar  esta   meta si es que todos  cumplimos  con nuestra parte y aplicamos los principios  correctores que nos  ayudaran la cumplir lo que  nos proponemos  hacer, a través de una aplicación práctica y participativa diariamente, por tales razones debemos reflexionar frente ha. “Los numerosos desafíos, que hoy estamos viviendo, la educación constituye un instrumento indispensable para la humanidad, ya que esto ayuda  a progresar a la sociedad hacia una vivencia en paz, libertad y justicia  social” 

ENSEÑANZA DE LOS VALORES HUMANOS PARA MEJORAR LA CONVIVENCIA ESCOLAR



Los Valores Humanos 









Son las  actitudes o cualidades  que  presenta cada  ser humano  mediante  su forma de ser, en  muchas  ocasiones estos  son demostrados por  medios de las acciones que tenemos con nuestros  familiares, amigos o en la sociedad.
En  ocasiones se los puede definir como la asignación de una función de utilidad de una cosa, es decir esta función siempre cambia dependiendo a la manera de pensar de las personas. Así  como cambia el valor de las cosas frente a cada  persona, así mismo cambian los  valores a través  del tiempo. Es decir “Los valores están directamente relacionado con la conducta de cada  persona”





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